Uri Geller es uno de los psíquicos más famosos de la
historia. Si aún no sabe de él, conozca qué relación hay entre sus poderes y
los extraterrestres.
Leí el libro autobiográfico de Uri Geller, “Mi Fantástica Vida”, cuando
tenía trece años, y me dejó cargado de dudas. Hasta la fecha, las extraordinarias habilidades que muestra
este famoso psíquico israelí ha sido sinónimo de controversia, a pesar de
que durante solo los años setenta y ochenta fue más popular por sus múltiples
espectáculos presentados en muchos países del mundo. Pero algo que intriga más sobre la misteriosa vida de Uri Geller, sobre
todo a los ufólogos e investigadores del fenómeno OVNI y razas extraterrestres,
es su conexión con seres de otros planetas, quienes, se dice, fueron los
responsables de dotarles de dichas habilidades desde que era muy niño.
Lo que se leerá a
continuación es la transcripción de las
palabras dichas en el video del final, que se titula “Uri Geller y su conexión
extraterrestre”. Si desean, pueden ir de frente hacia abajo para ver el video.
Esto es lo que se narra:
“Uri Geller es un mentalista famoso por haber realizado
espectáculos por todo el planeta, presentando su poder telequinético: doblando
cucharas y parando relojes con el poder de su mente.
»Este mentalista, además de haber realizado esta serie de
demostraciones, formó parte de un proyecto de la CIA. La agencia puso a prueba
las capacidades telepáticas de Uri Geller en el año 1973, dentro de un proyecto
secreto en el que se investigaba la percepción extrasensorial. Estaban
preocupados de que los rusos tuviesen gente con los poderes de Uri Geller y que
le borrasen los datos de sus ordenadores.
»La CIA encerró a Uri Geller en una habitación blindada y
empezaron a hacerle preguntas y ponerle pruebas, como por ejemplo dibujar lo
que ellos estaban dibujando a miles de kilómetros de donde estaba. Uri acertó
muchas de las imágenes de la CIA; en una de ella solo le dijeron la palabra
montón y el mentalista vio en su mente círculos de color púrpura, porque dibujó
un racimo de uvas y acertó. Pero lo más increíble es que también acertó el
número de uvas, y dibujó veinticuatro, las mismas que tenía el dibujo de los
agentes.
»La CIA se sorprendió tanto, que en su informe puso lo
siguiente: ‘Haber quedado demostrada la habilidad paranormal de manera
inequívoca y precisa’. Pero hay mucho más, porque estos documentos que se han
revelado son la punta del iceberg, y es que a Uri Geller además llegaron a
pedirle si podría disparar una bomba atómica con el poder de su mente.
»Pero hay un dato de Uri Geller que es muy extraño y que
poca gente sabe, un dato inquietante: comentarios sobre sus habilidades
psíquicas llegaron a oídos del conocido investigador psíquico americano Andrija
Puharich, quien se trasladó a Israel para investigar a Uri Geller.
»El 17 de agosto de 1971, Uri Geller estaba actuando en
una discoteca en Hafa, y Puharich fue a verlo. Lo primero que le llamó la
atención fue el hecho de que Geller fuera un actor nato, y aunque el
espectáculo general decepcionó a Puharich, el último truco le impresionó más. Geller
anunció que rompería una anilla sin tocarla, y una mujer del público ofreció
una anilla de su vestido. Geller la dijo que la mostrara al público y después
que la apretara con fuerza en la mano. Luego colocó su propia mano en la de
ella y la dejó ahí unos segundos. Cuando la señora abrió la mano, la anilla
estaba rota en dos trozos.
»Después del espectáculo, Puharich preguntó a Geller si
estaba dispuesto a someterse a varias pruebas científicas al día siguiente.
Hasta aquel momento Geller se había negado, pero aquella vez asintió. La
primera prueba convenció al investigador. Geller puso un bloc sobre la mesa y
después pidió a Puharich que pensara en tres números. Puharich eligió el 4, el
3 y el 2. Entonces, Geller le dijo lo siguiente: ‘Ahora, dale la vuelta al bloc’.
Puharich lo hizo y halló los números 4, 3 y 2, escritos antes de que hubiese pensado
estos números.
»Este hecho sugiere que Geller puede hipnotizar a la
gente por medios telepáticos, pero hay que preguntarse si eso explica también
los hechos misteriosos y sobrenaturales que ocurrieron después en
demostraciones posteriores. Geller siguió elevando la temperatura de un
termómetro con solo mirarlo fijamente. Movió la aguja de una brújula con sólo
concentrarse en ella. Torció el chorro de agua que salía de un grifo acercando
solamente el dedo.
»La conclusión de Puharich fue que Uri Geller no era un
mero ilusionista, era un psíquico genuino, tenía poderes de verdad, con un
indudable dominio sobre la materia, facultad que se denomina ‘psicoquinesis’.
Geller admitió que no tenía la menor idea de la forma en que había logrado
estos curiosos poderes. Había adquirido consciencia de ellas cuando era muy
pequeño.
»Cuando empezó a ir a la escuela su padrastro le regaló un
reloj pero siempre parecía estar estropeado. Un día, mientras Geller lo miraba,
las manecillas del reloj comenzaron a moverse cada vez más rápido, hasta que
giraron a toda velocidad. Entonces empezó a sospechar que él mismo podía ser el
causante, pero no tenía control sobre este sorprendente poder.
»Un día mientras tomaba sopa en un restaurante, el plato
se cayó al suelo solo, y después las cucharas y tenedores de las mesas cercanas
comenzaron a doblarse solos. Los padres de Geller estaban tan preocupados, que
pensaron en llevarle a un psiquiatra. A los trece años de edad comenzó a tener
cierto control sobre sus poderes, rompió el candado de una bicicleta
concentrándose en él y aprendió hacer trampa en los exámenes leyendo la mente
de los alumnos más estudiosos.
»Puharich creía haber hecho el descubrimiento del siglo;
como la mayoría de los dotados afirman que no pueden conectar no desconectar
sus poderes a voluntad, los investigadores no habían logrado averiguar nunca si
mentía o no, en cambio los poderes de Geller parecían estar a su disposición
siempre que quería, los podía dominar. En este punto los acontecimientos se
modificaron de forma inesperada.
»En la mañana del 1 de diciembre de 1971, Uri Geller fue
hipnotizado por Puharich, quien confiaba en descubrir así el origen de sus
poderes. Puharich le preguntó dónde estaba, y Geller le replicó que se
encontraba en una hurta y que estaba aprendiendo cosas acerca de gente que
viene del espacio. Agregó que aún no le permitían hablar sobre esto. Puharich
le hizo retroceder aún más, y Geller empezó a hablar en hebreo, su lengua
materna. Describió el episodio, que según dijo, había ocurrido solamente cuando
tenía tres años: Había entrado en un jardín en Tel Aviv y súbitamente percibió
la presencia de un objeto brillante en forma de cuenco que flotaba en el aire,
sobre su cabeza. En el aire había un sonido agudo y vibrante. A medida que el
objeto se acercaba a Uri, se sintió bañado en una luz y cayó desvanecido al
suelo.
»Mientras Geller contaba estos hechos, Puharich y sus
compañeros de investigación quedaron asombrados al escuchar una voz en el aire
por encima de sus cabezas. Puharich la describió como una voz metálica y no
terrenal. La voz dijo lo siguiente: ‘Fuimos nosotros quienes encontramos a Uri
en el jardín cuando tenía tres años. Le hemos programado para que ayude a la
humanidad’.
»Cuando Uri Geller despertó, le parecía recordar lo
sucedido, de modo que Puharich le hizo escuchar la cinta en que había grabado
las sesiones. Aseguró no recordar el episodio, pero cuando la voz metálica
comenzó a hablar, Geller extrajo la cinta del magnetófono. Mientras la tenía en
la mano, la cinta desapareció. Después Geller, salió corriendo de la habitación.
¿Qué había sucedido? La explicación escéptica es que Geller usó sus dotes de ventrílocuo
y después cogió la cinta haciéndola desaparecer para que no se pudiera
comprobar el parecido entre su propia voz y la del ser espacial de la cinta.
Pero Puharich y los demás dijeron que la voz venía de encima de sus cabezas y
que parecía mecánica, como fabricada por una computadora. La voz misteriosa
solo fue la primera de una serie de hechos extraños e inexplicables.
»No pasó un día sin que las misteriosas entidades
hicieran cosas sorprendentes: detenía el motor del coche y volvían a ponerlo en
marcha, teleportaban la cartera desde su casa de Nueva York hasta su
apartamento de Tel Aviv. Cuando Geller y Puharich se dirigían a una base del
ejército fueron seguidos por una luz roja en el cielo que no era visible para
su escolta militar. De hecho Geller llegó a fotografiar una nave espacial,
siguiendo las órdenes de la voz metálica. Puharich estaba convencido de que no
había fraude en todo esto. Unos años antes, un dotado le había transmitido un mensaje
de unos seres misteriosos, que se llamaban así mismos Los Nueve, y que decían
venir del espacio exterior. En una de las sesiones hipnóticas, Puharich
preguntó si la voz era de uno de Los Nueve, la respuesta fue que ‘sí’. Después preguntó
si Los Nueve eran responsables de las observaciones de OVNIS, y nuevamente la
respuesta fue afirmativa. La voz le dijo
que Los Nueve eran seres de otra dimensión y que vivían en una nave estelar
llamada ‘Espectra’, que estaba a 53,000 edades luz de distancia. Habían observado
la Tierra durante miles de años y habían aterrizado en América del Sur hacía
tres mil años, y que pronto demostrarían su existencia aterrizando de nuevo.
»El propósito de Puharich era de simplemente probar que
Geller poseía poderes paranormales y lo único que pretendía hacer era organizar
pruebas científicas, como las que realizó después en Estados Unidos. Los
acontecimientos posteriores no hicieron más que perjudicarle. Los
acontecimientos descritos por Puharich le dejaron totalmente atónito y no tiene
ni idea de su explicación. El mismo Geller estaba preocupado por estos extraños
acontecimientos. A diferencia de Puharich, no deseaba convencer a los
científicos de la realidad de sus poderes. Le interesaba más ser rico y famoso,
y los sorprendentes trucos de Los Nueve le parecían acercarlo a esos fines.
»Cuando Puharich ya se había marchado por unas semanas,
Geller fue a su apartamento y encontró una carta del investigador en el
felpudo. La carta decía que Puharich no podía salir de Estados Unidos a los
tres meses siguientes y después se reuniría con Geller. De acuerdo con esto,
Geller decidió llevar a cabo una serie de espectáculos por Alemania. Llamó a
Puharich para preguntarle las razones de su demora y éste asombrado negó haber
escrito la carta. En ese momento ambos pensaron que la carta era otro mensaje
de Los Nueve. La prueba era que había desaparecido del bolsillo de la camisa de
Geller mientras estaba en el avión. Rápidamente había sido desmaterializado por
el propietario de la voz metálica.
»Una explicación más simple podría ser que Geller hubiese
inventado la carta. Sin embargo, el incidente convenció a Puharich de que Los
Nueve querían que él permaneciera en Estados Unidos, tratando de persuadir a
varios eminentes hombres de ciencia de que valía la pena investigar a Geller.
Mientras tanto, su mudable e imprevisible protegido se trasladó a Alemania, a
su primera cita con la fama y la fortuna, o al menos con la notoriedad y la
publicidad.
Ver vídeo:
Según el análisis de ustedes,
¿es Uri Geller un verdadero psíquico que
obtuvo dichos poderes de los mismos extraterrestres?, o, ¿no es otro más que un farsante que busca
tener fama y fortuna engañando a la gente con sus trucos bien elaborados? Como
se ha contado, hay pruebas hechas por científicos especialistas en la materia, ¿pero es posible que sean reales o que el israelí
fue capaz de jugar con la mente de los demás? Las pruebas son muy
contundentes, y es difícil negarlas. Todo señala a que Geller es un verdadero
amo de la psicoquinesis y que tales poderes los adquirió como se ha develado
con el análisis descrito líneas arriba, o,
¿es posible que se trata de un montaje?















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