A
medida que restaba distancia a la poza de 43 C°, caminaba más
lento, como si fuera a tocar la cabeza de un reptil. De niño, junto a
mis padres, mi hermano, tíos y primos, habíamos entrado como Dios nos
trajo al mundo, completamente calatos (sin ropa). Yo, y otros familiares
menores, no pudimos resistir mucho tiempo dentro de estas aguas
térmicas. Creo que por algún rincón o un álbum de casa están guardadas
aquellas fotos. Quizás un día me atreva a subirlas a Internet, pero no
directamente en este blog, puesto que, como ya lo manifesté varias
veces, aquí evito de exponer demasiado el cuerpo, tanto de mujeres como de
hombres… Supongo que ahora se estarán preguntando porqué mis parientes
y yo nos bañamos de esa forma en un centro como ése. Sencillamente, porque
en ese entonces, la afluencia de visitantes y turistas al complejo de
los Baños
Termales de San Mateo era escasa y entre nosotros no existía
pudores. Hoy en día, sin embargo, los ambientes se atestan de personas
y está prohibido el baño nudista. Colocaron un visible letrero que
advierte que se debe usar ropa de baño adecuada, prohibiendo además mudar
polos, enaguas, sostenes, faldas y bermudas de vestir. Así que están bien
informados si quieren hacer una visita a los Baños Termales de San
Mateo. Ese día no pude cumplir la última de las advertencias (no usar
bermudas de vestir), dado que me fui a Moyobamba con
una sola prenda corta para cubrir mi cintura y muslo: un pantalón de
tela. Por “suerte”, la señorita de los cobros y el vigilante se percataron
recién cuando ya me había bañado en casi todas las pozas y piscinas. Otro
cartel (en español e inglés) indicaba que la capacidad
limitada a las pozas de aguas calientes es de sólo 15 personas… Y, a
continuación, en el siguiente párrafo, les hablaré de los beneficios y
propiedades medicinales de las aguas termales:
Las
aguas termales provienen de capas subterráneas de la Tierra, que se hallan a más
temperatura, las que son ricas en distintos componentes minerales,
tales como hierro, flúor, bromo, boro, sodio, cromo, yodo, arsénico, fósforo y
silicio carbónico. Justamente por dichas propiedades, las aguas
termales se utilizan desde hace siglos como baños para la relajación y la
terapéutica, irrigación, inhalación, y otros muchos tratamientos. En lo
referente a la cura termal, la duración promedio en la actualidad se
suele situar de 3 a 7 días, aunque lo que más se recomienda para que el
efecto del tratamiento llegue a ser duradero, se ubica en torno a 15
días. Y por esa serie de beneficios y propiedades, las aguas
termales comprenden uno de los sistemas terapéuticos que, en las últimas
décadas, adquirieron una mayor trascendencia en el mundo. Cuando se es
expuesto a un baño termal, se recibe la acción directa de
la temperatura a manera de shock, instante exacto en el que los minerales empiezan
a absorberse en concentraciones pequeñas por nuestra piel. Una vez en el
propio organismo, los minerales se depositan en el tejido celular
subcutáneo, sitio desde donde intervienen activando el metabolismo orgánico a
través del eje hipotálamo-suprarrenal. Su importancia radica en el juego
rítmico que se provoca en la persona al someterse a un baño
termal, materia que se traduce en tensión-relajación y actividad-reposo…
Y, entre los beneficios y propiedades más significativos podemos encontrar los
siguientes: a) Acción miorrelajante en las contracturas y rigideces
neuromusculares, en especial cruciales en los tratamientos de re-educación
músculo esquelética y las rehabilitaciones. b) Estimulan las defensas
del organismo. c) Poseen poder calmante y analgésico. d) Depuran
la sangre y acaban los productos de desechos y las toxinas por medio de la
diuresis y la sudoración. d) Relajan el sistema nervioso.
e) Reactivan el metabolismo retardado de los pacientes afligidos de
reuma.
Bueno, y
espero que después de que hayan leído sobre las maravillas que es capaz de
hacer el baño termal en el cuerpo humano, les cogió las ganas de sumergirse en
las aguas
calientes de San Mateo (turismo termal), en la región Selva del Perú.
Si sufres de dolores musculares o de huesos, si padeces de enfermedades
estomacales o intestinales, entre otros males, una de las soluciones
es darse un baño en la misma poza que yo, o las demás con
menos temperatura, de acuerdo a lo que el cuerpo vaya aguantando. Cualquier
persona, de cualquier edad, puede escoger la poza que desee o soporte, es
decir, según en donde tenga mayores probabilidades de durar más minutos
dentro. No recuerdo exactamente cuantos son los grados de la “más
fría”, pero creo que es de 32 C°. Puede que me olvidé de fotografiarla. En
el presente post, la imagen de la poza menos caliente que cargué, es
la del final, de 34 C°. Si no cometo un error, la de 32 C° está
en el extremo opuesto del complejo turístico de los Baños
Termales de San Mateo. Y destaco que aunque estemos —al
parecer— 100% saludables, no se debe desechar la oportunidad de experimentar un
baño que más de un esquimal ansiaría, con agua mucho mejor que de la ducha de
casa, ya que del lugar en donde estuve aquella tarde de Noviembre es totalmente
natural, del fondo de las rocas, una Bendición de la Tierra… Y OJO: En
San Mateo las aguas no hieden como en Oromina.
Luego
de bañarme en la poza de 43 C°, entré en otras y en las refrescantes
piscinas, pero en dos ocasiones más, volví a la primera, hasta que al
fin decidí regresar a Moyobamba,
dando un último recorrido fotográfico y filmográfico por los ambientes. El vídeo con tomas editadas que
subí al portal YouTube lo pueden reproducir debajo, y aguardo sus comentarios para
el mismo o la entrada en todo caso. También, ahí les dejo un link de
descarga de fotos en alta resolución, para compartir el recuerdo de mi visita a
los Baños
Termales de San Mateo con todo el que se somete a la lectura de los
“testamentos” que narro.
FIN
hola amigo ,gracias por publicar alguito sobre mi linda tierra moyobamba,me acorde de mi niñes al ver el video,gracias, sigue adelante suerte: jairo mesia
ResponderEliminar