La
próxima visita turística que realicé el 7 de Noviembre
de 2009 fue a un centro de recreación y relajamiento ubicado a
solamente 5 Km de la ciudad de Moyobamba,
los populares y valorados Baños Termales de San Mateo. Tras mi Paseo
en Bote por el Río Mayo, aún estaba indeciso de a dónde ir. Si no me
ocurría y animaba rápido qué sitio visitar, tendría que sólo volver a las
instalaciones en las cuales se desarrollaba el XIV
Festival de la Orquídea 2009. Sin embargo, eso no sucedió; porque me
propuse seriamente a hacer una caminata hasta los Baños Termales de San
Mateo, que por cierto ya conocía. Pero tenía tantas ganas de ir porque
habían pasado años desde que estuve allí… Estaba subiendo con un señor
las escaleras del mirador de Tahuishco, cuando se me vino tal idea.
Como ya he apuntado al principio, la distancia en kilómetros entre
Moyobamba y los baños (5), debo decirles ahora que desde donde me
localizaba en dichos momentos era quizás el doble o más. La cuestión era
que me encontré en una de las Puntas turísticas de Moyobamba, o
sea, en un extremo de la ciudad; y la única ruta al recreo era primero
cruzando por medio de la pequeña urbe amazónica. Así que, soportando
un ardiente sol a un comienzo, me dirigí a pie a mi
destino, haciendo dos paradas antes de salir de Moyobamba: en
un cibercafé para pasar las fotos de la tarjeta de memoria de la cámara a
la memoria USB, y en una bodega para comprar agua mineral y algunos bocadillos.
Una
vez fuera de la ciudad, caminé por la angosta carretera asfaltada que
hicieron hasta el centro de relajación y esparcimiento. Felizmente los
rayos solares se vieron restringidos por la sorpresiva nubosidad del inicio de
la tarde. Y una menuda garúa que duró poco bajó el calor de mi cuerpo…
Fueron alrededor de las 2:30 p.m. cuando arribé a
los Baños Termales de San Mateo, localizados en las faldas del
cerro del mismo nombre. Para el ingreso a los ambientes se tiene
que virar a la izquierda algo de 100 metros, y pagar 1.5 nuevos soles (los
adultos) y 1 nuevo sol (los niños). Entrar con motocarros o autos
cuesta 1 sol adicional. Baratísimo, teniendo presente que 1
nuevo sol equivale en torno a 0.3 dólares y 0.25 euros. De modo que gente extranjera,
¡qué esperan en venir a esta parte del Perú! Los Baños
Termales de San Mateo están abiertos a cualquier turista o visitante que desee
realizar una terapia curativa sumergiéndose en sus pozas de aguas calientes (de
distintas temperaturas), o también a los que quieran refrescarse en sus
piscinas luego de bañarse en las térmicas aguas o después de practicar una
agobiante actividad deportiva, el cual se acercaba a mi caso, ya que
caminar a paso redoblado diez o más kilómetros (los últimos en
ascenso) se requiere de regular esfuerzo físico. No obstante, no me metí
primero de golpe a una de las piscinas a pesar que tuve un poco de calor. Mi
prioridad fue la poza más caliente del centro… pero mejor voy por partes,
siguiendo el hilo de los acontecimientos.
Filmé
y fotografié mientras entraba al complejo. Lo primero que vi fue unos cuantos
medios de transporte estacionados, una losa deportiva (fulbito-basquet) y una
piscina con bañistas de todas las edades. Observé también algunos
plantones (como crotos, ficus y palmeras) sembrados en diferentes lugares. A
la derecha de la entrada al segundo ambiente, había una tienda de artesanías de
la región amazónica del Perú (precisamente de la vasta zona del Altomayo).
Sólo tomé una foto del pequeño local, y seguí de frente, es decir, efectué
un recorrido por los alrededores de los baños, antes de ir a pagar en la
garita para que me permitan ingresar a cualquiera de éstos. Ahí,
amablemente, me atendieron dos señoritas. Cuando aparecí delante de
ellas, me descolgué la mochila de los hombros y la puse sobre el tablero.
“Buenas tardes. Quiero un pase a los baños”, pedí rebotando la mirada de una
otra. La que parecía menor se acercó, y abriendo bien los ojos, dijo: “Joven,
sácate la ropa y deme sólo un sol y medio”. No pude evitar una
sonrisa por la forma como se oyó la frase. Casi de inmediato,
sonrojada, la muchacha también se rió, contagiándome. Sin preverlo
había dicho algo que recuerda mucho a las “nocturnas de las esquinas”.
“Descuida, amiga”, le dije. Un tanto más calmada, habló en voz baja: “¿No
pensarás que soy…?”. “Para nada”, me apresuré en responder. “Es que soy nueva
aquí, y…”, continuó, pero fue interrumpida por la otra chica, que le
jaló del brazo y le cuchicheó algo por lo visto no muy agradable al oído.
Luego, la entrometida insistió a que me apurara a los vestidores y que
le entregara mis cosas para que las coloque en un compartimento del estante de
atrás. Así que hice todo lo que debí, y me encaminé a escoger la
poza más caliente de San Mateo. Tanta fue mi mala racha que no
volví a ver a la joven de la frase graciosa por ningún lado cuando salí del
cuarto para mudarse de ropa.
Todavía era
temprano en los Baños Termales de San Mateo, pues vi poca gente; la mayoría
almorzaba o descansaba. Había dejado la cámara y el resto de mis
pertenencias a cargo de la señorita inoportuna que ya no actuó tan amable
cuando me dijo que no era de mi incumbencia el paradero de la otra.
¡Dónde diablos se encontró! Ojalá no la hayan despedido por
culpa del quien escribe. Empero, no creo que sea para tanto. Tal vez la
mandaron de comisión. En fin, eso es historia; por lo que traté
de hacer lo mío: Buscar la poza de mayores grados… La
hallé sin problemas. En ésta pusieron un letrero que decía “Bienvenidos
POZA B 43 °C”. Me anticiparon que antes de sumergirse en dichas
aguas, se tenía que dar un duchazo en unos chorros de agua fría (que
las sentí frescas). Allí permanecí buen tiempo. El recreo turístico se
iba llenando de cada vez más almas durante esos minutos.
0 huellas:
Publicar un comentario
Deja tu huella y sabré que alguien pasó por aquí...
No se publicarán comentarios fuera de la temática del blog, ni mensajes que sólo tengan como interés hacer publicidad, o que contengan agresiones o insultos de cualquier tipo.
Además, no es necesario que escribas el mismo comentario; éste será aceptado o rechazado una vez sea revisado: