Luego de veintiuna partes, con algo más de mil palabras cada una, di por finalizada la narración de mi visita al Centro Turístico Naciente del Río Tioyacu, localizado a pocos kilómetros de la ciudad de Rioja, en la Amazonía peruana. Ahora les traigo un post que resumirá todo. En especial, esta entrada, estará dirigida a los que prefieren las cosas breves… Sin embargo, antes de continuar, debo dejar en claro un par de asuntos:

Notas: 1.- A partir de la fecha, salvo en ciertos casos o muy raras veces, las imágenes de cada post ya no serán descargables en alta resolución, puesto que ocupan demasiado espacio en la capacidad que el servidor de Blogger da a los usuarios con hosting gratuito. Estas imágenes se van guardando en Picasa, y la misma solamente te brinda 1GB de almacenamiento. Si sigo al ritmo de estos últimos meses, pronto agotaré mis 1024MB. Sé que dije (creo que en el relato sobre Tioyacu) que de forma constante subiría “fotos grandes” en Me Escapé de Casa; ahora me retracto por las razones ya explicadas. Ojalá, en un futuro cercano, aumenten la capacidad, 1 o 2GB más. Pero no se preocupen por eso, visitantes y lectores, pues siempre hay solución: Subir las imágenes en alta resolución a Megaupload u otro servidor de descargas, como ya hice algunas veces. 2.- Ignoro el número de posts o partes de las siguientes aventuras o escapadas. Cuento aún con regular material que publicar. Haré lo posible por no acumular más ni seguir retrasado. Antes de acabar este 2011 tengo que estar al día, esperando así que la próxima salida larga de El Caminante sea en el mes de Diciembre, si bien creo que indiqué que sería antes y más de una… Este blog será actualizado a como dé lugar, aunque viaje o esté ausente (mínimo un promedio de una entrada por semana). Aprovecharé muchas veces el tiempo libre para programar días y horas de publicación.

Eso es todo lo que quise hacerles presente, dado que es crucial que lo sepan. A continuación, le cedo el paso a lo prometido o lo que detallo en el título:
Resumen: El 2 de Noviembre de 2010, a mitad de mañana, me propuse a visitar el Centro Turístico Naciente del Río Tioyacu, ubicado a medio camino entre las ciudades de Rioja y Nueva Cajamarca (Perú). Con poco dinero, partí desde Moyobamba, capital del departamento de San Martín, después de asistir al XV Festival de la Orquídea en un local de la Plaza de Armas.
Debido al bajo presupuesto monetario, decidí tirar dedo en la carretera Fernando Belaúnde Terry- Norte (ex-Marginal). Así que con las pilas puestas y mochila al hombro, salí a pie del centro de Moyobamba hasta la mencionada vía interprovincial. De allí, empezó la verdadera caminata. A cada vehículo (o a la mayoría de éstos) que pasaba en mi misma dirección, le levantaba el dedo pulgar en señal de pedir un aventón hasta el destino turístico que elegí ese día, o que el conductor, al menos, me acercara unos kilómetros más.

Apenas iniciar mi práctica de mochilero, a un pelo estuve de ser arrollado por una camioneta, incidente en el que, felizmente, acabé sólo con una pequeña herida. Transcurrió quince minutos más o menos hasta que logré detener a un motocarro; el joven que lo manejaba me dejó en el pueblo de Calzada. Volví a caminar un momento y no demoré en parar otro trimóvil. Me jaló hasta Rioja. Anduve de nuevo por el costado de la carretera. Luego, un tercer mototaxi acortó mi distancia a Tioyacu unos quinientos metros aproximadamente. Más tarde abordé dos motocicletas. La segunda, la que conducía una ex-compañera de la universidad, llevó a quien escribe hasta el sendero de entrada al recreo ecoturístico. De esa manera (sin gastar centavo alguno) llegué a dicho punto.
Crucé un puente de concreto y seguí por un camino. Era mediodía cuando arribé al Centro Turístico Naciente del Río Tioyacu, considerado como parte de una de las Siete Maravillas del Perú, el Valle del Alto Mayo. Jamás en mi vida había visto aguas tan claras como las del Tioyacu. Además de ser muy transparentes, son frías como las de la Sierra.

Para ingresar al recreo se pasa un puente de madera con techo de hojas secas de palmera. El pago es de S/. 2.00 para los adultos y S/. 0.50 para los niños, pero yo me salvé de gastar mis escasos soles, pues apliqué algo de argucia frente a la cobradora. Y una vez que estuve en el interior del complejo, usé la cámara con mayor frecuencia, ya sea para fotografiar o filmar. A veces se me hacía difícil coger una buena toma, en vista que en las orillas del río y los alrededores había varias personas. A pesar de no ser fin de semana, Tioyacu estaba lleno de turistas y/o visitantes. Y es que la belleza de sus aguas es incluso comparable con los paisajes tropicales del Caribe. El cambio de tonalidades deja atónito a cualquiera: azul marino, celeste, verde claro, verde oscuro, entre otras. Esta variación de colores se va dando apenas en un corto curso del río.

Es común que todos los días llueva en esta zona de las riberas del Tioyacu. Ese martes no ha sido la excepción, no obstante, ésta fue a las justas una garúa que duró poco. Cuando calmó, continué con mi labor de periodista… De rato en rato, y más al finalizar la visita al centro turístico, pedí a cierta gente que colaborara conmigo, para que me fotografiara en diferentes puntos y posiciones: Entre las fauces de un reptil prehistórico de piedra, al lado de un elefante también de piedra, de cuclillas y parado en las orillas del río Tioyacu…
Rápidamente el cielo se fue despejando y el sol iluminó el día. De modo que antes de regresar a casa, me di un chapuzón en las frías y cristalinas aguas. No sufrí ningún percance durante mi retorno por la carretera, ahora ya sobre ruedas.
Y tras el salto, les invito a ver los vídeos (Parte 1 y Parte 2) que subí a YouTube sobre mi visita al Centro Turístico Naciente del Río Tioyacu:
¿Y qué opinan…? ¿Les gustó…?También pueden visualizar el mismo y otro vídeo en Megavideo. En el Facebook hay otro.


Resumen: El 2 de Noviembre de 2010, a mitad de mañana, me propuse a visitar el Centro Turístico Naciente del Río Tioyacu, ubicado a medio camino entre las ciudades de Rioja y Nueva Cajamarca (Perú). Con poco dinero, partí desde Moyobamba, capital del departamento de San Martín, después de asistir al XV Festival de la Orquídea en un local de la Plaza de Armas.
Debido al bajo presupuesto monetario, decidí tirar dedo en la carretera Fernando Belaúnde Terry- Norte (ex-Marginal). Así que con las pilas puestas y mochila al hombro, salí a pie del centro de Moyobamba hasta la mencionada vía interprovincial. De allí, empezó la verdadera caminata. A cada vehículo (o a la mayoría de éstos) que pasaba en mi misma dirección, le levantaba el dedo pulgar en señal de pedir un aventón hasta el destino turístico que elegí ese día, o que el conductor, al menos, me acercara unos kilómetros más.

Crucé un puente de concreto y seguí por un camino. Era mediodía cuando arribé al Centro Turístico Naciente del Río Tioyacu, considerado como parte de una de las Siete Maravillas del Perú, el Valle del Alto Mayo. Jamás en mi vida había visto aguas tan claras como las del Tioyacu. Además de ser muy transparentes, son frías como las de la Sierra.


Rápidamente el cielo se fue despejando y el sol iluminó el día. De modo que antes de regresar a casa, me di un chapuzón en las frías y cristalinas aguas. No sufrí ningún percance durante mi retorno por la carretera, ahora ya sobre ruedas.
Y tras el salto, les invito a ver los vídeos (Parte 1 y Parte 2) que subí a YouTube sobre mi visita al Centro Turístico Naciente del Río Tioyacu:
¿Y qué opinan…? ¿Les gustó…?
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