Otros Tres Poemas que durante mi Adolescencia, Escribí

Como para descansar de narrar mis caminatas, visitas turísticas, entre otras actividades, hoy 25 de Mayo del 2012, tras correr más de una década, me dije, mientras tocaba la flauta, “por qué no posteo al menos otros tres poemas que escribí cuando era adolescente…” Así que, posponiendo lo que hacía, rebusqué en el archivo y los seleccioné. A continuación, los modifiqué, sin cambiar su esencia. Sólo a la gramática y ortografía que el Microsoft Word no llega a corregir le he dado unos toques para que estos poemas de amor queden lo mejor posible. Y a aquellos que son alérgicos a la huachafería o son intolerables a la cursilería, les advierto que debajo de estas primeras líneas está su dolor de cabeza, al contrario, a los que no lo son, y presiento que son estúpidamente románticos, prepárense a darle lectura. Yo, por mi parte, evitaré la autocrítica y me limitaré a publicar:

HASTA QUE MI CORAZÓN SE DIÓ CUENTA

Sé que es difícil para mí decirte,

pero mas bien es algo que quiero pedirte,
cada noche cuando miro el firmamento
no hay para mí alegría sino sufrimiento,
Sigo mirando hacia arriba, y me fijo en la luna,
todos saben que la tierra tiene sólo una,
de igual forma quiero que suceda contigo,
para que siempre y en todo tiempo oscuro estés conmigo.
A veces, cuando me susurra una dócil brisa
me trae el recuerdo de tu delineada sonrisa,
¡Qué alivio me trae!, y también ternura,
pero, instantes después, llego a sentir amargura,
“¿Por qué?”, te preguntarás sorprendida.
Ya te lo digo ahora querida…
Pues, no me da la gana de seguir siendo tu amigo
ni por una sola noche tu abrigo.
Quiero que se acabe nuestra amistad,
y no pienses que lo que te digo es una maldad.
Todo es parte de un nuevo comienzo.
Decir que en ni mente vives como pintura en lienzo.
No puedo y no quiero alejarte de mi cabeza,
irremediablemente, los momentos de los dos me copan con fiereza.  
Me di cuenta que dejé de verte como una simple amiga.
Cuando a tu lado estoy, mi corazón siente el punzón de una espiga.
Al tocarte percibo que entre los dos nace una energía
y un deseo de que por siempre fueras mía.
Mi ritmo cardíaco se acelera al abrazarte,
y así desearía estar eternamente y en ninguna otra parte.
Capturo tu voz como poesías melodiosas
y observo a tu rostro luminoso como adornado por rosas.
Impidamos que nuestros corazones sigan dando pasos errantes
y permitamos que ambos vayan sin titubear hacia delante.
No los obliguemos a desviarse por una traicionera pendiente
para que de un momento a otro se encuentren de repente.
Dije que nuestra amistad se terminara,
por rogar que una mujer me amara.
Y también que al mirar el cielo nocturno me sentía afligido,
porque el amor de un alma comprensiva pido.
Esa alma es la que a ti pertenece,
con orgullo me atrevo a decir que soy el hombre que tú mereces.

Quiero escuchar de tu voz nada más que un “sí”,
escucharte decir que me aceptas solo a mí
como a tu sincero y fiel enamorado,
el que no se dio cuenta que desde al conocerte te ha amado.
Ahora sé porque las brisas me traían amargura tardía.
Es porque no tuve el valor de declararte mi amor todavía.
No tiene sentido ser una sola noche tu abrigo y protección,
porque quiero que en todas estemos en mutua conexión.
Te prometo que ni en sueños te fallaré,
puesto que tú serás la mujer a la que siempre amaré.



VERTE DE CERCA

Lo mejor del mundo es tenerte junto a mí,
cada vez que te veo hay una fuerza atrayente,
como un imán tu mirada me arrastra hacia ti
y un desenfrenado palpitar me aloca de repente.

La dirección del viento me favorece,
ya que me regala el aroma de tu piel,
siento ahora que mi pellejo se estremece,
igual que cuando de tus labios recibo la miel.

Tus cabellos también ondean con la brisa
haciendo lucir lo hermoso del negro azabache,
y entre eso aprecio tu dulce sonrisa
que iluminaría hasta la más oscura noche.



MUJER CREADA

¡Señor! ¡Qué grande eres!
Creaste al sol para alumbrar el día,
la luna para coronar la noche,
las estrellas para observarlas en el infinito,
la tierra para habitarla y no destruirla,
y también a la mujer de una costilla,
pero a ella, únicamente para amarla.
¡Qué grande eres Dios!
Gracias por darnos una compañera,
porque, ¡qué sería del mundo sin ella!
Aunque al principio de la existencia
tentó a probar de un fruto prohibido a Adán,
no es para condenarla por el error de la primigenia.
Ahora, no sólo caemos a la vista de una manzana,
sino de muchas formas diferentes,
algunas favorables y otras irreparables.
La belleza es la mejor arma de la mujer
y, a la vez, un obsequio del Señor,
¡pero qué gran obsequio!
Gracia a la dama de rostro hermoso y alma pura
y alegría al hombre que ella ama.
Déjate tentar por el espíritu bondadoso femenino.
No desemboques en el placer carnal sin cavilar.
Mide con cuidado el placer del momento.
“¡Qué excitante!”, piensas.
Muy bien, pero piensa en qué situación,
en qué lecho te acuestas,
si ella también se siente cómoda,
si tu conciencia está presente,
y es mas, si la amas realmente.
¡Hazlo con verdadero amor!
Ama a la mujer que besas y abrazas,
porque así no morderás la manzana…
El amor de pareja no debe ser mero carnal,
debe además ser de alma y espíritu.
Ese amor es la conexión entre los sexos opuestos.
Por eso el Señor creó al hombre y a la mujer,
para que exista unión entre sus almas.
Todo está en su lugar en el universo,
toda materia cumple su función.
Los únicos seres capaces de amar con pureza
somos sólo nosotros, los seres humanos.
Desperdiciar ese don es impío,
es renunciar a nuestra humanidad.
Mujer, compañera de toda la vida,
cuando se ama, ni la muerte separa.
Lo que el Todopoderoso ha unido,
el hombre no debe separarlo.