18 mayo 2012

Publicado mayo 18, 2012 por con 4 comentarios

Petroglifos de Polish en Bello Horizonte, Perú (Turismo Arqueológico)

El sábado 9 de Febrero del 2008, un día en el que el sol no tuvo piedad de la piel, mi hermano menor, Juan Luis, y yo, cogimos la Honda Dax, la pequeña moto roja de nuestro padre (y casi nuestra), para salir rumbo Sureste, por caminos sin asfaltar y con repetidos baches. En un primer momento, pensamos sólo en ir al fundo de nuestra universidad, Juan con el fin de verificar su parcela de prácticas pre-profesionales y el quien escribe con el propósito de darle una mano, y luego, acabado el trabajo de campo, recorrer más hacia el punto cardinal nombrado. Aún no teníamos en mente en dirigirnos al destino turístico que pueden leer en el título, los petroglifos de Polish, localizado cerca al caserío Bello Horizonte, distrito de la Banda de Shilcayo, provincia de San Martín.

Eran las ocho o las nueve de la mañana cuando partimos de casa, ubicada en el barrio Partido Alto de la ciudad de Tarapoto. Hasta la Banda de Shilcayo casi todas las calles se hallan pavimentadas. Y ya fuera de la zona urbanizada de este último distrito, los caminos, las rutas paralelas a la carretera Fernando Belaúnde Terry- Sur (ex-Marginal), son en su mayoría sinuosos y pedregosos en superficie, además de serpenteantes en extensión. Desde que conozco estas vías rurales, hasta donde la mente me da (retrocediendo quince años tal vez), no han cambiado mucho con el paso de los años. Ni los efectos climatológicos ni la civilización mejoraron o empeoraron su aspecto. Y desde que fui en compañía de mi hermano, hasta la actualidad ya son más de cuatro años; les aseguro que los caminos casi no han variado, puesto que hace más o menos un mes que anduve por allíb Y, por otra parte, se preguntarán, “¿por qué he esperado tanto para que los petroglifos de Polish sean una historia más en Me Escapé de Casa?”. La verdad es que a un principio no tuve planeado narrarla, simplemente pensé dejar a aquel paseo como un recuerdo intangible que alguna vez lo disfruté con Juanito. Después, viendo que el legado de mis antepasados puede quedarse en el olvido o desconocimiento por parte de la juventud o las siguientes generaciones, decidí que era hora de dedicar un artículo, aplicando tanto la técnica narrativa como la didáctica, para que así, lo turístico e histórico se llegue a complementar en un solo post (que quizás se haga el más largo hasta la fecha)… Bueno, dicho ahora lo reciente, y aprovechando que el relato ha ido tomando forma, será una estupenda idea que reanude el mismo:

Arranqué nuevamente la Honda Dax entre las diez y diez y media. El trabajo en el fundo de la universidad fue terminado en tiempo récord. A bordo del vehículo, descendimos por el ramal que habíamos subido y salimos al camino principal, cruzamos un puente recién construido, volvimos a ascender, pero esta vez por una pequeña cuesta que viraba ligeramente a la izquierda y seguimos recto 1.5 kilómetros poco más o menos. Mientras conducía la moto durante los últimos metros, y siendo conscientes que hasta ese momento las direcciones en nuestro paseo se tomaron al mero azar, le propuse un lugar a mi hermano, y que, a ventaja de conocerlo de toda la vida, las probabilidades que estuviera de acuerdo, eran altas. Él aún no había estado allí, pero, como buen y hace poco interesado por la cultura peruana, sabía de su existencia, lo cual hizo que el autor de este blog obtuviera una respuesta rápida: “Vamos ya pues a Polish”. Y, segundos después, tras girar a la siniestra, me dijo, precisando algo más: “…pero yo manejo la Púlgar de regreso”. Acepté a regañadientes. Púlgar, para aclararles, era el nombre con que bautizamos a la moto, en referencia a un personaje de cuento de hadas, Pulgarcito, que debido a sus menudas dimensiones lo llamaron así. Y si les digo que la Dax nunca fue objeto de burlas, por su peculiar nombre, les estaría mintiendo. Pero eso nos tenía sin cuidado, en vista que a nosotros también nos causaba mucha gracia, sin importarnos que subestimaran la potencia del medio de transporte. Basta que nos movilice lo suficiente y no se pinchara una llanta para sacarnos del apuro y salir a pasear como en ese entonces… Y así que, no se sorprendan, si a partir de ahora, me remito a la Dax Honda como Púlgar.

No avanzamos ni quinientos metros y llegamos a otra bifurcación. Un letrero indicaba los destinos: Pueblo de La Unión a la mano izquierda y Polish a la derecha. Para mí no resultó necesario aquella leyenda o cualquier otra que apareció durante el trayecto. Mi conocimiento de la ruta aprueba como para ser un guía turístico. Las caminatas que realicé en el pasado han hecho que memorizara el rumbo hacia los petroglifos de Polish, pero durante esa soleada mañana del 2008, era la primera vez que me dirigí sobre ruedas, y eso volvía menos agotador el viaje. La Púlgar acortaba la distancia mucho más rápido que cuando se iba a pie o trotando. Sentí que el motor se fue calentando más y más, pues desde hace unos minutos que le metí más aceleración pese a los continuos baches y las seguidas curvas. ¡A qué adolescente o joven no le encanta la adrenalina!

Llegamos a avistar los petroglifos en menos de lo que canta un gallo. Una valla en medio del camino nos cerró el paso. De inmediato, unos “ronderos”, voluntarios que resguardan zonas y carreteras de la Amazonía peruana, vinieron a nuestro encuentro. El que parecía ser el más viejo, nos pidió una simbólica suma de dinero, en contribución a su lucha contra los “bandidos de los caminos”. No recuerdo cuánto exactamente aportamos Juanito y yo, pero sí que se quedaron satisfechos, que en seguida levantaron la tranca. Del otro lado, el ingreso a los petroglifos de Polish estaba como a quince o veinte metros a la izquierda de la vía rural. Podíamos divisar al poblado de Bello Horizonte desde nuestra posición. Doblamos y dejé la Púlgar en la entrada del complejo turístico. En línea recta, desde el límite entre Tarapoto y la Banda de Shilcayo hasta Polish la distancia comprendida es de 6.5 km. aproximadamente, pero ésta se alarga yendo por tierra hasta 3.5 km. más. Y las coordenadas geográficas de la parte central de esta zona de piedras grabadas son de 6° 31' 21.15" S  76° 18' 24.71" W, según lo calculado a través de Google Earth. La primera imagen representa un mapa de lo que acabo de describir, que lo podrán ver en alta resolución, clicando sobre éste.


Mapa que indica el límite entre Tarapoto y la Banda de Shilcayo y Polish (Imagen de Google Earth)
Los petroglifos de Polish están constituidos por un conjunto de cuatro piedras grabadas en bajo relieve, separadas en un área de 1.5 km. a la redonda y circulada por un cerco de alambres con púas y arbustos, propiedad de una familia de la zona. Pero el hecho de que este complejo arqueológico yace dentro de los terrenos de una chacra, los dueños han sabido respetarlo, trasladando sus cultivos un poco o muy alejados de las piedras, por lo que con el pasar del tiempo, además de ser un centro de investigaciones al aire libre, se está convirtiendo —y espero no pare de hacerlo— en un centro turístico, abierto para la observación, tomas fotográficas y filmaciones. Actualmente, el horario de visita es sólo durante algunos meses del año y es semi-restringido.

El nombre “Polish” quiere decir “llanura despejada”, revelando a la conformación geográfica, distribuida por terrazas, en la cual se diseminan los petroglifos. En 1966, fueron descubiertos por el arqueólogo cusqueño, residente tarapotino, Wilson León Bazán. El profesor da a entender que Polish constituye el testimonio del ingreso al valle de Tarapoto de los antiguos Motilones Lamistas, cuando, en reacción en contra del maltrato de los españoles, emigraron a su asentamiento original, la actual Lamas. Aún no es posible precisar la época de la que datan los petroglifos, aunque se presumen que pertenecen a la Edad Temprana de la cultura Chachapoyas. Se cree que los símbolos grabados en las piedras vendrían a ser una escritura del tipo mágico-religiosa de los primeros pobladores de la región San Martín del Perú. Estas inscripciones representan las figuras de animales, plantas y constelaciones, formando oquedades en filas, junto a siluetas de aves y reptiles.

Mi hermano Juanito y yo tuvimos suerte de coincidir en un día como aquel: el sitio estaba abierto al público y los rayos del sol eran tan fuertes que cualquier fotografía saldría nítida. Tampoco nos cobraron entrada. Dudo si no lo seguirán haciendo ahora… Y hasta este punto, antes de continuar con la narración y otros detalles científicos sobre Polish, les pasaré a definir un par de cosas, por si las ignoran:


¿Qué es arte rupestre?

Es conocido como arte rupestre a los rastros de actividad humana o imágenes que fueron grabadas o pintadas sobre superficies rocosas. El hombre dejó plasmadas en cuevas, cavernas, piedras y paredes rocosas, incalculables representaciones de animales, plantas u objetos; cuadros de la vida cotidiana, signos y figuras geométricas, etc., obras valoradas entre las más antiguas manifestaciones de su habilidad y pensamientos, siendo el reflejo de la capacidad intelectual para abstraer y reproducir la realidad. Su designación como “arte” no significa que se trate de objetos artísticos como hoy los entendemos desde la cultura occidental. Lo “rupestre” hace relación al soporte en que se encuentra (del latín rupe: roca). Tal vez sea más indicado el término “manifestaciones rupestres”, pues la palabra “arte” envuelve un sentido que no necesariamente armoniza con el que le han dado sus ejecutores.



¿Qué es un petroglifo?

Un petroglifo es una imagen que ha sido grabada en superficies rocosas (del griego petros: piedra, y griphein: grabar). Llamados también “grabados rupestres”, dichas manifestaciones se elaboraron al sustraer el material de la superficie rocosa mediante instrumentos de una dureza superior, tales como punteros de piedra u otros elementos fabricados especialmente para tal fin. Se hallaron fragmentos de roca tallada (lascas) que evidenciarían que los instrumentos se hacían en el mismo sitio y que no eran enseres muy elaborados, ya que su vida útil era demasiado corta. Los petroglifos pueden grabarse muy superficialmente, a modo de pequeños puntos que se distinguen sólo de cerca, hasta los que son conformados por surcos de muchos centímetros de profundidad o los que exhiben la excavación de amplias áreas planas.

Luego de brindarles el concepto de arte rupestre y petroglifo, creo que de ahora en adelante la lectura de las últimas líneas de este post, les será más comprensible. De aquí hasta finalizar, el relato de mi visita o paseo a Polish irá recargado de interpretaciones arqueológicas:

Sobre las superficies rocosas mi hermano y yo vimos grabadas toda clase de figuras que en esos momentos fue muy difícil descifrar su significado exacto. Nos topamos con un arte rupestre, que por demasiado sencillo que pareciera, determinamos que no éramos capaces de desentrañar lo que simbolizaban los tallados, salvo algunos de ellos, muy pocos. Lástima que los guías turísticos brillaban por su ausencia en los petroglifos. Nadie de la familia que vivía en la zona tenía aspecto de investigador o letrado en culturas remotas. Transcurriría casi un lustro para que recién descubra el mensaje que mis ancestros dejaron sobre las piedras. Gracias a la propuesta estilística de la Lic. Marítza Rodríguez Cerrón, de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, que ella misma publicó en la página “Rupestre Web”, pude entender las figuras en bajo relieve. Los links del sitio, fuente de los últimos párrafos de esta entrada, se encuentran al final. La investigación completa de la licenciada la podrán leer en dicha dirección electrónica, pero, por si desean descargarla en formato docx, cliquen en el botón de abajo.


Las figuras representativas en Polish son: Antropomorfos (sacerdotes o shamanes, acróbatas, sexo, cruces), zoomorfos (felinos, aves, serpientes, monos, caracoles, gusanos, cabeza decapitada, otros animales), astros (círculos, tácitas), y objetos (máscaras). Por la presencia de cuatro piedras o rocas se designó un número romano para cada una de estas (Rn), para después dividirse en zonas (Zn), las que contienen a dibujos (Dn) y figuras (Fig.n) que a su vez forman parte de un mismo dibujo. Un ejemplo para cada variable sería: Rn = Roca III, Zn = Zona B, Dn = D5, y Fig.n = Fig. 8. Las zonas de una roca pueden estar orientadas a un mismo o a un diferente punto cardinal.

Juan Luis y yo fuimos apreciando y fotografiando las piedras en distinto orden de acuerdo a lo enumerado por la experta. A veces nos tomábamos fotos encima o al lado de los petroglifos. La primera imagen capturada es la que ven unos párrafos hacia arriba, luego del mapa de Google Earth. Aquella es de la Roca III, Zona A (orientada al Oeste). Se trata de un dibujo que consta de varias figuras. La más próxima es la de un sacerdote en posición frontal, pudiendo ser las líneas serpenteantes, tanto los brazos como las piernas extendidas. Sobre la pequeña cabeza del personaje, tallaron la figura de un ave levantando vuelo, que igualmente se define por una única línea movida a la inversa con respecto a la configuración. A la izquierda, hay otra ave, pero ahora sólo la cabeza, y puede que aún con vida y emitiendo un canto. Más al fondo, a la derecha, aunque quizá no lo noten muy bien, grabaron un segundo sacerdote; la cabeza es definida por una tácita, el cuello, el cuerpo y las piernas forman una sola línea; los brazos se elevan a los lados, del derecho cuelga lo que podría ser un bastón ceremonial. Este antropomorfo se complementa con una serpiente que brota de sus pies y un caracol que alude a los focos de agua como a los rituales agrícolas. Y entre el resto de figuras, hay astros en movimiento y más serpientes. El plano de esta roca, lo podrán ver en grandes dimensiones, pinchando sobre la imagen en miniatura que colgué debajo.
Plano 3 o Plano de la Roca III de los Petroglifos de Polish (Bello Horizonte, Perú)
Procurando no pisar los petroglifos, me encaramé a la Roca III para que Juanito me disparara el flash de la cámara y tuviera mi primera foto de recuerdo en Polish. Si en estos momentos alguien se está preguntando por qué los petroglifos parecen pincelados de blanco, sólo les puedo decir que los encargados del área los pintaron para que los turistas o visitantes los distingan mejor. Fácilmente se llegaría a confundir los surcos de las figuras con las grietas de las piedras.

Si se fijan bien, en la roca a la cual me subí se ve la parte opuesta de ésta en relación a la foto anterior. Se observa la mitad de la figura de un ave con las alas extendidas y el pico en forma de espátula. Al costado izquierdo, aunque como muchos grabados es confuso de entender, se halla la silueta de otro pájaro y la de un acróbata. En definitiva, a criterio propio, este antiguo arte amazónico se caracteriza por ser abstracto sin detalles en sus trazos. Paradójicamente, la simplicidad de los dibujos de Polish hace, a veces, tedioso su estudio e interpretación. Tal podría ser el caso del grabado que se muestra en la quinta imagen: un ave cuyo cuerpo es trazado con una línea que sin conformar un cuerpo propiamente dicho, sobresale algunas de sus partes, como la cabeza, el pecho, las patas y la cola, desde el que se alinean un grupo de tácitas, que relacionadas al caracol, ubicado delante del ave, funda una sociedad entre los astros y los animales ligados a determinados elementos como el agua.

La Roca I se divide en tres zonas (A, B y C). Los dos dibujos de la Zona A los pueden ver en la siguiente fotografía: El de la izquierda, un felino (jaguar) con un astro. La fiera, representada de perfil con el lomo encorvado y cola en espiral, se relaciona directamente con los astros por la presencia de una tácita, sugiriendo de esa manera a las fases lunares. Por otra parte, parece indicar el momento en que camina; posiblemente el pescuezo y la cabeza no pertenezcan a la de un felino, pero recuerden las transformaciones que sufrían los seres antropomorfos, de las que no han quedado libres los zoomorfos, cuidándose siempre de conservar ciertas características como la cola y el lomo. Y, el dibujo de la derecha, es el de una serpiente definida por una línea sinuosa, marcando el rápido movimiento culminado en una espiral donde se situaría la cabeza del ofidio.

Admito que soy nuevo en esto del arte rupestre, y pese a lo enrevesado que llega a resultar comprender, no me he rendido con los petroglifos de Polish, tanto que ya dediqué varias horas de lectura a investigaciones arqueológicas dejando a un lado muchos otros quehaceres. Qué dicha que hayamos tenido la Púlgar disponible aquella mañana para darnos un paseo y hacer una parada en un lugar que, además de ser un área arqueológica, califica de centro turístico y que siempre debería haber sido de visita obligatoria, más que todo para los sanmartinenses. Por esa razón es que utilizo a mi blog como medio de difusión de la existencia de los petroglifos de Polish y, en consecuencia, se conozca el mensaje de los primeros pobladores de esta zona de la Amazonía del Perú… Y, como para seguir cumpliendo con ustedes, cibernautas curiosos, al pie de este párrafo, puse otro plano de una roca, esta vez de la I; clic en él, para tenerlo en alta resolución.

No nos acordamos precisamente porqué no filmamos la zona de piedras; o lo hicimos, y nos olvidamos. ¿Cómo será? Pero más creo que solamente sacamos fotos. La cámara usada fue la de nuestro padre, una Kodak de 5 megapíxeles con una serie de opciones de tomas y una de vídeo. Con este tipo de cámaras, todas las fotografías en un día soleado salen mucho mejor que con otras, pero durante un día sombrío o de noche la cosa se invierte. Por lo tanto, los minutos acontecidos en los petroglifos fueron los adecuados para la fotografía. Las imágenes de este artículo hablan por sí solas, pues su calidad no tiene mucho que envidiar a las capturas con cámaras profesionales. Lamentablemente sería imposible decir lo mismo con los vídeos, ya que éstos salen con muy baja resolución y borrosos. Si se me da de nuevo la oportunidad de visitar Polish, no olvidaré de llevar una buena filmadora conmigo y ojalá llegue a adjuntar un vídeo editado al final de este post.

El terreno había cambiado regular desde la última vez que estuve en los petroglifos. La vegetación en 2008 era menos tupida, el pasto crecía más alejado y el suelo alrededor de las rocas estuvo despejado, excepto por algunas hojas secas, desprendidas de los arbustos, la mayoría de ellos cítricos. Al Sur, como a cien metros, avistamos arrozales y platanales. Decidí subirme a otra roca y que Juanito me apuntara con la cámara mientras permanecía encima sentado. Esta piedra estaba exenta de petroglifos. El lector si desea puede sacar sus propias conclusiones acerca del uso que los ancestros de Tarapoto le dieron a esta gran roca. Todavía no lo he investigado, pero, en mi opinión, puede que sea una clase de mesa para ceremonias religiosas o que servía para el estudio de los astros.

En la novena, décima y onceava fotografía se muestra en todas una figura distinta de la Roca I: Primero (de la Zona C), un personaje (geométrico) manteniendo el cuerpo en posición frontal y extendiendo los brazos a ambos lados; solo una línea vertical define la cabeza, el cuello y el tórax, creando una cruz asentada sobre una media luna, la que parece corresponder al vestido; sus extremos señalarían la separación de las piernas. Segundo (de la Zona B), doce tácitas alineadas en pares verticales, orientadas en diagonal formando una curvatura ligera; se tratan de depresiones circulares de variada profundidad, por lo visto basadas en ciertos vínculos formales con el mundo estelar, probablemente vendría a ser una referencia al cielo estrellado; asimismo, estos orificios habrían servido como receptáculos para recoger el agua de la lluvia. Y tercero (también de la Zona B), el cuerpo de una serpiente, formado por una línea ondulada que gira constituyendo un arco hasta encontrarse la cabeza frente a la cola; realmente la cabeza es marcada más grande en cuanto al resto del cuerpo, o sea, definida expresamente.

Se habrán percatado que las figuras de serpientes son predominantes en Polish. Los trazos del último ofidio que están viendo, se conducen hacia la idea de los focos de agua y, por ende, se refiere a la fertilidad. La búsqueda del elemento se realiza por medio del movimiento de los astros, pero también por la presencia repetida de éstos. Se ha tomado en cuenta que se producían cambios en la fauna, flora, el clima y en sí mismos; y que entonces dicho cambio originado con el tiempo, se relacionaba a las serpientes por su capacidad de mudar la piel. Con esto, ya llegaríamos a asegurar que los antiguos habitantes de Polish eran fieles practicantes de la astrología.

Hasta el momento, luego de diez minutos en el sitio arqueológico, mi hermano y el quien escribe fotografiamos a dos rocas (solas y con cada uno junto a ellas), las de mayor tamaño y en las que grabaron más petroglifos. Restaban otras dos. Juanito se acercó veloz a la siguiente para fotografiarle sentado debajo de los dibujos, y en seguida se invertirían los roles. Fue la Roca IV en la que El Caminante, mi persona, y El Agronómico, así es como se autodenomina mi hermano en la web, acabamos mejor inmortalizados. Eso según lo veo. Acá sólo subí la foto de Juan Luis, la mía está cargada en la página del Facebook.

La Zona A y la Zona B (orientadas al Este) de la Roca IV son las que se muestran en la foto de Juanito. La A (con un par de dibujos) es la de arriba y la B (con tres dibujos) es la de abajo. Los de la parte superior (de izquierda a derecha) son un antropomorfo (sacerdote) y un zoomorfo (tortuga). La cabeza del sacerdote consta de una gran tácita. El cuello, el tronco y la parte inferior del cuerpo se definen por una sola línea desde la que se extienden los brazos a los costados, sosteniendo bastones de mando unidos a una línea transversal desplegada en la mitad del cuerpo, que conformaría parte de su atuendo en los rituales mágicos. El otro grabado correspondería a alguna especie de tortuga, tomando a esta variedad de cuadrilátero como un caparazón, del que nace un pescuezo que soporta una cabeza ovalada; las patas frontales se representan como si resultara una única pata; hacia atrás dos apéndices lineales en direcciones contrarias, serían las patas traseras y la cola. Les invito a revisar minuciosamente el plano completo de la Roca IV, clicando sobre su imagen reducida que puse a continuación.

Los dibujos inferiores (de izquierda a derecha) son los de un sacerdote, una máscara y una serpiente. El personaje mantiene el cuerpo en posición frontal, mientras que el cuello y el tocado aparecen de perfil. Las piernas y los brazos son determinados por líneas rectas extendiéndose a los lados y conectCndose a lo que se trataría una especie de los siempre usados bastones ceremoniales, por la curvatura presente a la izquierda. La siguiente figura, la máscara, está bajo conceptos de simplificación, en donde la forma mayor encierra a otra similar en su interior, que se conecta a una tácita ovalada que parece marcar un ojo. Estos objetos fueron parte del ropaje de los sacerdotes, que los utilizaban durante sus ritos y las cacerías para acceder al mundo de las potencias mágicas. Y por último, el dibujo de la línea recta describe el recorrido del cuerpo de una serpiente, sin situar exactamente la posición de la cabeza y la cola.

Ahora sólo faltaba conocer la Roca II, la con menor número de petroglifos y la que en ese momento fue la más protegida de los rayos del sol, bajo las ramas de algunos arbustos. Nos sentimos frescos mientras mi hermano y yo estuvimos en la sombra; la humedad de la piedra era otro factor que influía en la temperatura del ambiente cercano, y cuando corría una brisa, la sensación era mucho más placentera que al estar al descubierto. Así que nos sobraron motivos para reposar junto a la roca durante un rato. Vimos cuatro figuras, una de ellas sin pintar. El plano de todo lo tallado en la piedra, lo podrán ampliar clicando en la reducción que colgué al pie de este párrafo.

La figura del gusano (lado izquierdo) se representa de perfil y arrastrándose. La parte media del cuerpo se levanta, conformando una visible curva en la zona inferior, lo cual advierte el esfuerzo. Tiene una pequeña cola detrás, y opuestamente, se ve una cabeza cuadrangular. Estos invertebrados eran considerados nocturnos, por tanto se vinculaban a la luna, creyendo que atraían la lluvia que fecundaría la tierra. Recuérdese además que una variedad de ellos componían parte fundamental de la dieta de los nativos de antaño. La figura del sacerdote (centro) es representada de perfil, el tocado rematando en una espiral. Los brazos se abren a los costados: el derecho es acortado y el izquierdo es elevado en actitud orante hacia cuatro astros (grabados no pintados). Una sola línea define su vestido y cuerpo, desde el tocado hasta lo que serían sus pies. No existe interés por detallar las partes del cuerpo, lo cual abrevia la forma. Y la figura de la serpiente se evidencia mediante una línea recta; el más largo sostiene una cabeza tácita, al igual que en la cola; las dos partes se mantienen erguidas, quedando la media en horizontal; se ve que adopta una posición de ataque, fuera de presentar un par de cabezas.

Un cuarto de hora nos bastó para que Juanito y yo peináramos toda el área de los petroglifos de Polish de Bello Horizonte. Llegó el momento de retirarse y abordar de nuevo la Púlgar. Nuestro destino aún no fue la casa. Teníamos otros planes. Teníamos otros rumbos ya elegidos… Y para despedirme de ustedes, amigos internautas, les dejo un enlace (el botón verde) para que descarguen mis fotos de los petroglifos de Polish en alta resolución. Aquí la numeración con sus nombres: 1.- Petroglifos de Polish (San Martín, Perú), Roca III, Zona A, Aves, Caracol y Acróbata. 2.- Petroglifos de Polish (San Martín, Perú), Roca III, Zona B, Ave y Caracol. 3.- Petroglifos de Polish (San Martín, Perú), Roca I, Zona A, Felino, Fase lunar y Serpiente. 4.- Petroglifos de Polish (San Martín, Perú), Roca I, Zona B, Cielo estrellado. 5.- Petroglifos de Polish (San Martín, Perú), Roca I, Zona B, Serpiente. 6.- Petroglifos de Polish (San Martín, Perú), Roca I, Zona C, Figura humana en equilibrio. 7.- Petroglifos de Polish (San Martín, Perú), Roca II, Zona A, Gusano, Orante y Serpiente.




Fuentes:
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4 comentarios:

  1. El turismo crece día a día en Perú y felicito a todas las entidades encargadas de promocionar nuestro bello país. También debería haber más organizaciones encargadas de ello. Así como VIVA en el mundo, de Ingrid Yrivarren, organización encargada de promover nuestras riquezas en otros países con el fin de llamar a la inversión extranjera y promover el turismo. Les dejo un link de interés: http://www.facebook.com/ingridyrivarren

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  2. Muchas gracias por tu comentario. Acabo de revisar el sitio del Facebook y ya me hice fan.

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  3. El archivo ya fue borrado. Lo pueden subir nuevamente por favor. Gracias.

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    1. Por favor, escríbenos al correo mescapedecasa@gmail.com y le enviaremos los archivos y fotos.

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