Netflix
se ha convertido en la cura contra el aburrimiento durante esta cuarentena,
principalmente porque no podemos acudir a las salas de cine. “El Hoyo” es ahora
la nueva película que está ocupando los primeros lugares en la plataforma.
El
Hoyo es la nueva tendencia que hace mella al pensamiento ideológico de varias
sociedades, una película que penetra en la médula espinal de las doctrinas
políticas de muchos de nosotros, que son cimientos del mundo moderno y
contemporáneo.
Si
aún no viste le película, les advierto que este artículo estará más cargado de spoilers que el final de Avengers: Endgame.
RESUMEN
Inicia
cuando Goreng despierta en una
especie de prisión. Su compañero Trimagasi,
un hombre que ya había estado antes en el hoyo, le enseña todo lo necesario del
lugar. A medida que avanza la trama, le explica que están encerrados en una
cárcel en forma de edificio (a no saber si se encuentra bajo tierra). En cada
nivel (celda de cemento) fueron confinadas dos personas, ignorando al principio
el número de pisos, en el cual Trimagasi
supone que son 250. Posteriormente Goreng
descubre que en total son 333 niveles, los que empiezan de arriba hacia abajo,
siendo el nivel 0 el que está en la cima. Y es en este nivel 0 que a través de
una especie de plataforma se envía comida a los reclusos. La plataforma está
repleta y sólo permanece por un tiempo limitado en cada nivel, puesto que comer
es una carrera a muerte: los de abajo comen las sobras de los de arriba y por
ningún motivo deben guardarse la comida; si uno de ellos lo hace, la
temperatura de la celda sube o disminuye hasta que el confinado irremediablemente
fallece. Cuando Goreng pregunta a Trimagasi qué es lo que llegan a comer
los de los niveles más bajos, Trimagasi
le responde que “nada”, todo el banquete ha sido devorado. También le revela
que ningún menor de edad está allí dentro.
La
película lo deja claro al apenas iniciar que en el hoyo solo existen tres clases de personas: los de arriba, los de
abajo y los que caen. Y la diferencia entre esas tres clases de
personas es la mera suerte porque
cada mes se las cambia de celda. El transcurrir del tiempo dentro del Hoyo hace
que cada individuo pierda la cordura, obligándolo a cometer asesinato para
sobrevivir, que acaba en el extremo de volverse caníbales. Muestra de ello es
cuando Trimagasi corta un pedazo de
carne de la pierna de Goreng cuando
pasan más de una semana en un nivel inferior, a donde solo llegaban los platos
y cubiertos limpios hasta de sobras. En ese momento el Gore llega a lanzar su
primera punzada y es donde los amantes de este género se acercan más a la
pantalla, pues la escena mostrada no es apta para los de estómagos débiles…
Pero, no tarda hasta que la mutilación es interrumpida por una mujer de raza
oriental que bajó en la plataforma de la comida, asesinando así a Trimagasi. Goreng había conocido a la mujer en un nivel superior y había
entablado algo de conexión. Se decía que ella siempre descendía los niveles
para buscar a su hijo y darle de comer. La plataforma, una vez llegaba hasta el
fondo, volvía a subir, pero a una gran velocidad.
Cada persona que ingresaba al hoyo elegía qué objeto
llevar. Goreng llevó un libro de Don Quijote
y Trimagasi un cuchillo, el más
afilado del mercado. Así como elegían qué llevar, algunos entraban de forma
voluntaria, tal y como lo hizo Goreng,
que se mete en el hoyo para conseguir un “título homologado”. Y ya estando
abajo recién se entera de la cruda realidad. Lo curioso es que él trata de corregir
el caos desde el principio, pero nada de lo que hace tiene éxito. Los de arriba
no le escuchan y los de abajo solo obedecen cuando son amenazados de cagarles
en la comida.
Cuando
el Goreng es enviado al nivel 6 se
vale de su nueva posición de poder para revertir la crisis. Nunca había estado
tan arriba. Junto con su nuevo compañero, decide cambiar la forma del sistema, bajando nivel a nivel para repartir
la comida de forma equitativa. El problema es que cuando buscan llegar a
un acuerdo con la gente, la mayoría les ignora o no soporta que alguien venga a
imponerles lo que les da la gana. Es aquí donde se arma la verdadera peda, violencia que recuerda un poco al
sadismo de Kill Bill o Masacre en Texas con una lejos de ser frugal ración de Juego de Tronos revuelta con una potente esencia de Saw.
Por
eso, Goreng y su compañero deciden
que el único camino de cambiar el sistema, sabiendo que seguirán en una lucha
encarnizada, es enviar un mensaje al
nivel 0. Un anciano les convence de que el mensaje sea una panacota (un
clásico postre italiano), pensando que si queda un alimento en la plataforma,
los del nivel 0 se fijarán que algo raro está pasando. Hay una escena previa
donde un cheff enojado llama la atención a sus cocineros por descubrir una
panacota con una hebra de cabello encima.
Suceden
una serie de enfrentamientos. La mujer muere, el compañero de Goreng es herido con un arma punzo
cortante y el mismo Goreng acaba tan
mal que apenas puede arrastrarse en el piso. Es cuando llegan al último nivel,
al 333, que encuentran a alguien
que no esperaban: Una niña. Y siendo ella de rasgos orientales se supone que es
la hija de la mujer. Al parecer estaba bien de salud y conservaba un buen
aspecto, tal vez su madre la proveía siempre de alimento y la aseaba
constantemente.
La película finaliza cuando un moribundo Goreng coge a la niña ante la sorpresa
de que la plataforma siguió bajando. Todo era penumbra. El protagonista baja de
la plataforma, ahora caminando, dejando a la niña sobre ella. La plataforma no
tarde en ascender velozmente. Y Goreng
junto a Trimagasi desaparecen
caminando hacia la oscuridad al fondo del hoyo.
¡Puta! ¡Qué tal resumen! ¿No he podido ser más
breve?
Mejor sigan leyendo lo que viene…
CRÍTICA
INTERPRETATIVA
El
director de “El Hoyo”, el español Galder Gaztelu-Urrutia, a mi parecer, ha
hecho un meticuloso trabajo cargado de referencias sociales de un sistema
antagónico en sus clases. “El Hoyo” es una muestra del colapso del mundo
capitalista.
Aunque
—admito— jamás he sido
seguidor del género Gore esta fue la primera vez que pude digerir una película
de éstas. Netflix dio en el clavo cuando seleccionó el trabajo de Gaztelu-Urrutia
para formar parte de sus huestes fílmicas.
A horas de haber escuchado de
esta película, prendí mi laptop, entré a mi cuenta de Netflix y comencé a
verla. Era las dos de la mañana. Todo permaneció calmado hasta que vi, después
de muchos años, una escena de antropofagia. En ese momento quise apagar mi
portátil e irme a dormir, pero había algo en mi interior que me decía que debo
de acabar de ver esta película, casi como dominado por algún demonio de la Deep
Web, una sed de curiosidad de cuánto podrían soportar mis ojos. Lo logré. Vi la
película completa, pues no estaría escribiendo este post. Quizá debería
sentirme orgulloso, porque es el primer film Gore que veo de principio a fin.
Podría decir que al volverme fan de Juego
de Tronos, tanto de los libros como la serie, me volví más tolerante a lo
cruento y lo brutal.
Vayamos de una vez a lo serio,
lo que atañe a la explicación de esta película calada de simbolismos…
El
Hoyo hace referencia, para nada sutil, no solo a uno sino a dos o tres sistemas
socio-políticos (uno más que el resto), adoptando el contexto enrevesado del
consumismo del siglo XXI regido por el capitalismo del Primer Mundo.
En
El Hoyo los más beneficiados son las personas de los primeros niveles. Ellos
pueden comer hasta saciarse y el hecho de vivir cómodamente, sin padecer hambre
o sed, les hace ser “civilizados”. A los de arriba no les importa la condición
de los de abajo, no les importa si mueran o no, con tal que ellos vivan en su
zona de confort son felices, porque saben que tarde o temprano podrían acabar
al fondo donde tampoco nadie pensará en ellos. Si nadie les importa a ellos
pues tampoco tendría porqué importarles lo que le pase a los demás confinados.
Mientras haya abundancia consumir hasta la saciedad. Mientras que más cerca se
encuentren a los del nivel 0, mayor será su riqueza de alimentos. La comida es claramente
comparada con el dinero y los bienes de una sociedad, en donde el quién más
posee tiene más comodidad y dominio de su vida. En un sistema capitalista se dependerá
del control de los activos para que el pueblo pueda ir subsistiendo escala por
escala, hasta las clases sociales más pobres. En El Hoyo se hace de la comida
un bien o propiedad durante el momento que lo están consumiendo, existiendo un
periodo de tiempo en el cual que es como la “propiedad privada” de cada preso,
los minutos que la bonanza está servida son claves. Podemos deducir acá, que la
comida es la “propiedad privada” de cada persona. Pero todo esto da un giro
cuando descubren que nadie puede quedarse con la comida una vez la plataforma
siga bajando. Inmediatamente esa propiedad/comida se convierte en “propiedad en
común”: la mitad de una torta también tiene que ser para una persona de abajo.
Esto nos recuerda a la política del comunismo que establece la propiedad en
común aboliendo cualquier tipo de propiedad privada y dando un alcance para la
unificación de las clases sociales. Por desgracia, las personas en el hoyo en
ningún momento están a favor de este sistema, por lo que prefieren morirse
adoptando posiciones consumistas en lugar de alienarse al pensamiento
comunista. Dentro de los principios básicos de este sistema político se dice
que ningún trabajador tendrá necesidades económicas ni financieras, no
obstante, esto se dará siempre y cuando se pregone la equidad. Es muy difícil
que un empresario quiera desprenderse de sus riquezas para que los de abajo
tengan todo por igual, igual pasa con las demás clases que tienen unas más que
otras, y es donde definitivamente se muestra un pensamiento individualista, que
se opone a depender de los demás siendo ajenos a las reglas que se imponen en
el sistema.
En
contrapartida con lo que se sigue observando en la trama de El Hoyo, se hace un
guiño al sistema democrático cuando algunas personas que están dentro de éste han sido ellos mismas que eligieron el claustro, pues es como cuando un
ciudadano elige el tipo de gobierno en el que quiere vivir. Tras cierto tiempo puede
irse contra el muro cuando descubre que no todo es como él pensaba. Cae en
cuenta que el prisionero en realidad no eligió a una autoridad o líder, éste ha
sido colocado allí (en ese nivel) porque así lo decidió un grupo de personas
del nivel 0 con poder absoluto similar a un sistema monárquico.
En
conclusión, El Hoyo hace referencia a todos estos sistemas y doctrinas
políticas, pero de todos el que más realce tiene es el “Comunismo”. No
olvidemos que al hombre cuando algo se le es impuesto y limitado emergerá su
lado egoísta, odiará racionar, odiará compartir, e incluso involucionará al
estado de animal salvaje y acabará creando una anarquía total a falta de un
líder que se muestre horizontal. Por otro lado, la guerra se origina mayormente
por dos cosas: la necesidad de tener algo y el deseo que seguir teniendo más de
ese algo. Lo único esperanzador es cuando se piensa que un individuo se pregunte
por qué debo ayudar al caído o por qué debo prescindir pudiendo tener más. Una
sociedad o sistema socio-político, cualquiera que sea, seguirá colapsando hasta
que sus miembros colaboren mutuamente por el bien común.
FINAL EXPLICADO
¡Vaya
joyita de final que tuvo El Hoyo!
Mi
primera impresión fue un final inconcluso, hasta que me esforcé un poco más y
llegué a definir que el final de esta película es de carácter abierto, libre a
un sin número de interpretaciones.
Si
leíste mi resumen y mi crítica interpretativa completa, comprenderás perfectamente
lo que diré a continuación:
(Conste
que este es mi punto de vista, cada uno tendrá el suyo)
La
niña en realidad estaba muerta. Lo que vio Goreng
fue un fantasma. La niña representa la clase social más baja, la más
abandonada y descuidada de todas. Su madre es la mártir que lucha contra el
sistema con tal de dar al menos un bocado de comida a la niña. La niña ya
estaba muerta porque es imposible que siga viviendo tanto tiempo en esas
condiciones pese a la ayuda de su madre. Tampoco nadie sobreviviría la parada
final de la plataforma en el nivel 0. A esa velocidad cualquiera se hace puré
en el techo. Como ven, al sistema le importa un comino la condición en que vivas,
les da lo mismo si eres hombre o mujer, anciano o niño, rico o pobre, blanco o
negro, todo les vale, menos incluso que el hueso que le tiraste al perro.
La
panacota representa la voz de protesta de los rebeldes de la sociedad, de
aquellos que rehúsan el modus operandi
del sistema. Esos rebeldes están representados por Goreng y su compañero.
El
chef y los cocineros vendrían a ser como el gobernante y sus representantes que
se encargan de dar al pueblo el capital para que se distribuya a sabiendas que
no tardará en armarse una carnicería.
Goreng y Trimagasi son fantasmas al final.
Mueras
capitalista, comunista o demócrata siempre acabarás en el mismo hoyo.
¡Ah!
Casi me olvido. Don Quijote de la Mancha,
el libro que llevó el protagonista para internarse en la prisión tiene gran
peso para complementar la interpretación del final. Cuando Goreng lee el último párrafo del libro, dice:
“El
grande que fuera vicioso, será vicioso grande y el rico liberal será un avaro
mendigo. Que al poseedor de las riquezas no le hace dichoso tenerles, sino
gastarlas. Y no el gastarlas como quiera, sino saberlas bien gastar”.
¿Qué
opinan, ustedes?
Y mi calificación
para “El Hoyo” es:
4 ESTRELLAS DE 5
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